sábado, 8 de diciembre de 2012

La música es la mejor forma de expresarse.


Las cosas no van bien, el ambiente no es el adecuado y tú no eres el mismo. Es triste sí, triste como una navidad sin techo, como un delfín en el mar muerto, como la lagrima que moja tu colchón. Triste y absurdo, claro, como un domingo por la tarde, como las balas por el aire, como el puto despertador. Piensas y te das cuenta de que todo es inútil, tanto o más que los besos que no diste o que un cuerpo que se viste cuando me desnudo yo. Entonces, él te hace creer que sueña con tu melena, que viene el viento y se la lleva, y que desde entonces su cabeza sólo quiere alzar el vuelo, y que bebe rubia la cerveza pa' acordarse de tu pelo. 
El tiempo pasa y, (¡como no!), los maullidos de los gatos, al amanecer, nos dirán que se ha hecho tarde. Entonces con el camión de la basura a casa volver, cuando el madrugador ya se deje ver...

¿Qué no te ha quedado claro?

Contigo, quiero estar contigo y decirte que ya no puedo vivir sin ti.




Ven y deja que esta noche la gobierne yo.