martes, 19 de junio de 2012

Son tu vida.

La noche es fría, estás acurrucado tapándote con las sábanas y oyes el ruido de la lluvia contra los cristales. Todo parece muy monótono pero, de repente, la cabeza se te llena de recuerdos. Por un momento piensas en el niño que fuiste, en aquellas tardes en el parque, en esos tiempos en los que todo parecía un simple juego y no existían preocupaciones, en el muñeco al que tanto querías, en el pati dibujado en la acera de tu calle, en tus primeros amigos.. y empiezas a compararte con lo que hoy en día eres. Ahora tu cabeza se llena de preguntas: ¿Por qué ya no es tan fácil reír? ¿Por qué preocuparse de cosas que no tienen importancia? ¿Por qué tienes miedos que antes no tenías? ¿Por qué no llorar para desahogarse? ¿Por qué ahora cuentas con una mano a los verdaderos amigos? ¿Por qué tienes pánico a enamorarte? ¿Por qué palabras y no momentos? ¿Por qué él y no otra persona? [...]Y es ahora realmente de cuando te das cuenta de que la vida es impredecible, un gran aventura que has de afrontar tú solo. Reflexionas y te propones una meta: ser feliz y disfrutar siéndolo. Piensas, recapacitas y das gracias a todas esas personas que han formado parte de esta aventura, tu aventura, porque son ellos los que han hecho que hoy seas quien eres aportando ese granito de arena necesario para formar el camino que hoy te ha traído hasta aquí. Y sin más, cierras los ojos, comienzas a soñar y prometes no dejarles nunca, son tu vida.